Después de cinco años, el festival Viniterrània de Benlloc se consolida como el escaparate del vino y la cultura en la Comunidad Valenciana. Los vinos de Castellón, los pertenecientes a su IGP y los de elaboradores locales tiene un fabuloso escaparate, junto al magnífico plantel cultural (conciertos, muestras populares y las actuaciones humorísticas). La parte profesional relacionada con el vino (Benlloc International Wine Meeting) cada vez pone el listón más alto con bodegas invitadas de prestigio y los mejores exponentes del mundo del vino y turismo, que se dan cita para debatir sobre el mundo del vino (tendencias, elaboraciones, catas, enoturismo...).
Los pasados 2,3 y 4 de Noviembre volvimos disfrutar de este Festival Vinitarránia con un cartel de profesionales y espectáculos, que acompañados de fabulosos vinos locales y buenas viandas nos permitieron recordar que la cultura del vino es algo más que beber vino.
Los pasados 2,3 y 4 de Noviembre volvimos disfrutar de este Festival Vinitarránia con un cartel de profesionales y espectáculos, que acompañados de fabulosos vinos locales y buenas viandas nos permitieron recordar que la cultura del vino es algo más que beber vino.
Las jornadas profesionales empezaron el viernes día 2 por la tarde con la presentación de la bodega invitada, este año proveniente de Alemania nos acompañó Robert Wurm de la bodega Weingut Wurm, un pequeño elaborador que está en la población alemana de Lorch a orillas del río Rin, cerca de la población alemana de Maguncia.
A continuación se debatió en una mesa redonda titulada Nuevas tendencias en los vinos blancos, donde intervinieron Robert Wurm (Alemania), David Buch (presidente de la Asociación de Sumilleres de la provincia de Castellón), Sergio Balaguer (enólo de bodegas Xaló) y un servidor como comunicador especializado en vinos valencianos. Terminó con una pequeña cata de los vinos de la bodega alicantina Bodegas Xaló.
El comienzo de la fiesta en la calle se realizó con "la punxà de la bota", que no es más que un simbólico acto donde una bodega local coloca una barrica de su mejor vino y que con un pequeño berbiquí se horada para permitir que salga un chorrito de vino y rellenar las copas. A continuación cena popular y espectáculo con la banda de música Amor a l’Art de Benlloc y el final con el humor de Xavi Castillo.
Al día siguiente las jornadas profesionales siguieron con una mesa redonda sobre Centres de Visitants de destinacions enoturístiques moderado por Artur Aparici (sociólogo de turismo de interior) con la participación de Enric Costa de La Garriga y Kevin Salvador de Traiguera.
Tras esta ponencia, la cata de los vinos alemanes de Robert Wurm fue muy interesante desde el punto de vista enológico, conocer la situación de la bodega y los diferentes 'terroirs' se verá plasmada posteriormente en los vinos blancos de la variedad de uva Riesling.
El primer vino que catamos es de dos variedades, Pinot Noir y Cabernet Sauvignon, un rosado de flor que tenía un color rosa pálido y que en nariz evolucionaba a aromas de fresas y flor blanca, en boca fresco y amable, a pesar de su acidez.
Los blancos de Riesling fueron tres, el primero cosecha de 2017 de zonas bajas y el segundo de 2016 cosechado en zonas altas, diferentes elaboraciones muy distintas, a pesar de la similtud en las tonalidades de color y con una acidez alta, con unos 8 gramos de azúcar residual en ambos, e lprimero se muestra muy afrutado, con aromas empireumaticos muy sutiles y en boca fresco, recordando a cítricos, el segundo con más presencia de los empireumaticos se muestra más amplio en boca y mucho más goloso.
El tercer vino también de Riesling es una elaboración con 12 gramos por litro de azúcar residual, acidez alta y un vino muy fácil de tomar, el azúcar es compensado por la acidez, en este vino salen manzanas verdes y mucha fruta blanca. El tinto y cuarto vino es una elaboración de Pinot Noir, que un pequeño porcentaje pasa por barricas francesas, un vino de color rojo burdeos, de capa muy baja que desprende aromas a casis, caja de puros y algo de fruta roja. En boca quizá un poco tánico y con postgusto bastante largo recordando a esas hojas de tabaco.
Tras esta interesante cata, tuvimos una comida todos los profesionales, los cuales intercambiamos opiniones diferentes y además pudimos catar los diferentes vinos de los productores locales junto aun menú excelentemente elaborado por el restaurante local Casa Perito.
El resto del programa ya se basó en contenidos artísticos, musicales y culturales y finalizó el domingo dia 4 con una cata popular de vinos blancos locales a cargo del sumiller David Buch.