Como en ocasiones anteriores la
Festa de la Verema en
Benlloc (Castellón) reúne a profesionales y bodegas en el
IV Benlloch
International Wine Meeting. Este año si cabe más interesante por todo el festival musical que le acompaña.
Respecto a las jornadas profesionales, el sábado 28 se efectuó una Mesa redonda sobre el turismo de las Rutas del Vino en el Auditorio de Benlloch. Moderada por Artur Aparici (sociólogo especialista en turismo de interior), Sergio Garrido, Presidente Ruta del Vino de Castellón y propietario de la bodega Barón d'Alba y con Kevin Salvador, técnico turismo.
Destacar en esta jornada la necesidad de la vertebración del territorio y un mayor peso de la ruta del vino en todas las acciones turísticas. Desde la administración hay algunos planes puestos en marcha y la propia Ruta del Vino de Castellón integrada en los planes de actuación económica de la Cámara de Comercio de Castellón.
En el debate se manifestó la falta de recursos por parte de las distintas administraciones, las acciones de marketing poco efectivas para llegar a los núcleos de población que más turismo pueden aportar a esta ruta.
La conclusión a este debate, fue la necesidad de coordinar acciones enoturísticas, de gastronomía, alojamiento y territorio para llegar al público más próximo y que de alguna manera las pequeñas bodegas que forman esta ruta puedan organizar actividades y acercar al público los vinos de calidad que están produciendo.
Posteriormente se hizo una cata para profesionales de vinos de Sicilia. La bodega invitada fue la Azienda La Chiusa que nos trajo unos interesantes vinos del sur de la isla italiana, con unas características muy especiales, ya que la finca de uso agrícola donde se cultivan las uvas, está compuesta por diferentes tipos de suelo dividido en dos zonas por una escorrentía llamada "Lavinaro".
Con uvas autóctonas blancas, como la Catarrato y la Grillo, en la zona de suelos casi arenosos y en la parte norte suelos rojos más arcillosos, delimitados por el 'Lavinaro', se acoge a la uva Syrah, del que se elaboran diferentes vinos secos e incluso uno dulce.
En la cata pudimos disfrutar de un magnífico vino blanco de la variedad Catarratto, el Pietragialla, proveniente de suelos calizo-arcillosos, un vino muy graso, de intensos aromas a frutas de hueso, fresco en boca, largo y voluminoso, además con notas muy salinas y minerales.
El resto de vinos de la variedad Syrah, ya de la zona norte cos suelos de arcilla roja, fueron muy diferentes, siendo el primero un rosado de prensa suave, sin maceración de piel, Laviarosa es un vino color rosa pálido, más bien anaranjado, el perfil aromático muy diferente de lo que estamos acostumbrados (frutos rojos o flores) destacando frutos secos como las nueces. En boca fresco, quizá un poco corto y nada voluminoso, pero con una buena sensación en boca.
Ya como un vino más poderoso catamos San Domenico, syrah criado 12 meses en barrica de segundo y tercer año de color rojo rubí con bordes violáceos, intenso en nariz, alguna nota a barniz nos daba la sensación de acidez volátil algo alta, pero detrás estaban notas especiadas y fruta roja muy madura. En boca mucha estructura, voluminoso también muy mineral y tanino equilibrado, los aromas postnasales recordaban a raíces recién arrancadas y notas de cacao.
El vino dulce natural Passyrah es una elaboración especial, ya que la uva se recoge y se airea colgada de alambres, de manera que esta queda pasificada y concentra una buena cantidad de azúcar, tras la fermentación y paso por barrica queda un vino muy intenso en color púrpura, en nariz es complejo, hay muchos aromas de fruta pasificada, hojas de tabaco, chocolate, especias y regaliz. La boca es moderadamente dulce, buena acidez, complejo y bastante largo.
Desde luego que esta bodega, con producciones muy limitadas (hablamos de 7500 botellas en total con 5 vinos en el mercado), precios moderados desde 6 € y con una filosofía orientada a la producción orgánica y biodinámica, produce vinos con caracter mediterráneo pero a su vez frescos e intensos.
Tras la cata, el grupo de profesionales que acudimos al evento compartimos una genial comida en un restaurante de la localidad, degustando platos muy bien elaborados y algunos de los vinos de Benlloc, anfitriona del evento.