Todos los años intento que mi paso por la Feria Requenense del Vino (FEREVIN) sea lo más productiva posible, evitando las horas de mayor afluencia con el fin de poder conversar con los bodegueros que exponen en esta feria del vino en Requena. Este año, aún con el aliciente de que la feria no se interrumpía a las 14 horas y su horario era bastante amplio, mi paso ha sido muy fugaz, tan fugaz como breve y es que, a pesar de la afluencia de la que fuimos testigos el pasado sábado 26, había muchas bodegas a las que se les echaba en falta.
Cierto es que los socios de esta asociación (FEREVIN) están en tareas de vendimia debido al adelanto de maduración de algunas variedades, los productores de cava por ejemplo han visto como se les venía encima una temprana vendimia debido a las altas temperaturas y sequía pertinaz, pues para este tipo de vino hay que buscar frescor y acidez, y de nada sirven uvas que no cumplan con estas características.
En general cierto es que cada vez más y desde mi punto de vista, FEREVIN está enfocada al público local de Requena y su comarca, aunque los visitantes vengan de otros pueblos y ciudades más alejados, la mayoría son locales que van a disfrutar de la hora del aperitivo (este año más alargada) y de un vespertino copeo.
En cuanto a los expositores, reconozco que, durante los 4 días de la feria, supone un esfuerzo, sobre todo pequeñas bodegas como Sebirán, Vera de Estenas, CUEVA, Vinos y Sabores Ecológicos, Cerro Gallina, Vereda Real, así como aquellos puestos que acompañan al vino como los Quesos de Hoya de la Iglesia o los productores del Bollo de Requena. Cierto es que también bodegas más grandes hacen el esfuerzo, pero también disponen de más personal y cierta capacidad logística.
Pocas novedades al respecto en la feria, la mayoría de los vinos se pudieron catar en el certamen Placer Bobal del pasado mes de Junio en Valencia, es cierto que no es una feria profesional, este año han introducido novedades como la de no cerrar a mediodía, algo muy criticado sobre todo por los visitantes de fuera, que se encontraban con unas horas muertas y que no favorecía que la feria se visitase, quizá este año ha faltado más promoción.
Promoción junto a medios de transporte como RENFE o empresa de servicio regular de autobuses, presencia en medios de comunicación y sobre todo en medios institucionales. Estamos a finales de agosto, nuestras costas están llenas de turistas, promocionar esta feria en dichos entornos permitiría llegar a muchas personas que quieren llenar sus últimos días de vacaciones con actividades diferentes al sol, playa y chiringuito. Hay desconocimiento de esta feria entre muchos de los amantes del vino.
Este año también se ha abierto un espacio de catas con los vinos, técnicos y enólogos presentes en la feria, el lugar está bién pero en mi paso durante el sábado por la mañana por la feria me di cuenta que el lugar y el espacio no es el idóneo, hay demasiado ruido y no está delimitado de ningún modo, sigo pensando que el espacio ferial de Requena es un lugar ideal para resguardarse del calor y el frío, pero falto de salas e infrastructuras para eventos más pequeños y aislados del ruido.
En fin, este año mi paso por FEREVIN ha sido muy fugaz, pero no he encontrado el espíritu de años pasados y la presencia de bodegas ha sido bastante pobre así como su promoción. Espero el año que viene venga con más fuerza y vuelva a ser el referente de los vinos de la Comunidad Valenciana.