Bodegas y Viñedos Barón d’Alba, inició su andadura con la plantación de
15 Hectáreas de viñedo de las variedades Macabeo, Cabernet Sauvignon,
Garnacha, Merlot, Monastrell, Syrah y Tempranillo con la intención de
obtener de ellos la máxima expresión en calidad y no en cantidad.
Conocedora de la calidad excepcional de las uvas que en la zona de Les
Useres se pueden obtener, decidió la construcción de una bodega en el
propio viñedo, en un idílico paraje denominado CLOS D’ ESGARRACORDES
desde el que se puede divisar una extraordinaria panorámica del viñedo y
de una amplia zona de la comarca.
Mario Malafosse, empieza a colaborar con la bodega Barón d'Alba en 2011. Estudió enología en Burdeos y fue especialmente
formado por el gran enólogo francés Denis Dubourdieu. Desde 2006 estuvo colaborando y trabajando con algunas bodegas de la comarca Utiel-Requena. También efectúa su labor de enólogo con Michel Rolland en Argentina y Nueva Zelanda, en el verano-otoño austral.
Ademas
de asesorar bodegas, imparte clases de viticultura y enología en la
Universidad Politécnica de Valencia para el Master Vintage
International.
Entrevista
Vinovalenciano: Vuestra bodega es
una de las más valoradas en la provincia de
Castellón en el poco tiempo que
lleváis en el mercado, ¿qué crees que sería necesario potenciar para posicionar
mejor los vinos producidos en la
Comunidad Valenciana?
Mario Malafosse: Ya tenemos muy buenos resultados en calidad de vino pero
seguimos esforzándonos, trabajamos con la idea de que siempre se puede mejorar
y aprender de nuestro “terroir”.
Indiscutiblemente tenemos que potenciar nuestra imagen.
Nuestros estudios con consumidores enófilos nos enseñan que nuestros vinos
están claramente infravalorados en catas abiertas respecto a catas a ciegas,
mientras se observa la tendencia inversa con buenas marcas valencianas. Lo que
quiere decir que existe un prejuicio negativo sobre los
vinos de Castellón. En
cata ciega nuestros vinos se ubican en la franja alta de sus rangos
respectivos. Tenemos mejor calidad de vino que imagen, de tal manera que la
persona que apuesta por nuestros vinos siempre se lleva sorpresas muy
satisfactorias. Conociendo las características del terruño y el clima de
Castellón, creo que no hay razones que impidan la elaboración de vinos de tanta
calidad como los grandes de la comunidad valenciana.
VV: Cómo influye el
terruño en el carácter de vuestros vinos?
MM: El terruño es la base de nuestro sistema de producción.
Trabajamos con la idea del “terroir” es decir que el gusto de nuestros vinos se
define en las parcelas. Para ello, hemos definido unidades de terroir
homogéneas, que pueden ser una parcela o una parte de parcela, y la uva de cada
unidad recibe un trato especifico. Es decir que adaptamos las estrategias tanto
de viticultura, y de vinificación como de crianza a cada unidad para extraer la
mejor expresión de cada sitio. Así, de cada unidad elaboramos un vino y es solo
al final de la crianza en barrica que realizamos el “assemblage”.
VV: ¿Cómo crees que afecta el
cambio climático, a la viña y al vino?
MM: Si se confirma el aumento de las temperaturas, el cambio
climático a largo plazo llevará a un desplazamiento de las áreas de cultivo de
viñedo hacia zonas más frescas, en altura y hacia el norte de Europa. Por la
influencia del mar, en el Pla de les Useres, donde se ubica la bodega Barón
d'Alba, no llegamos a las temperaturas extremas como se ven en otras zonas del
interior.
Supongo que, en nuestra zona costera, el efecto templador
del mar limitará el incremento de las temperaturas previstas por el cambio
climático y el cultivo de viña seguirá. La sequía y la falta de agua para
regar, serán seguramente los problemas más importantes generados por el cambio
climático. Así, nos estamos preparando y estamos estudiando estrategias
naturales de manejo del viñedo para economizar gastos de agua e incrementar la capacidad de retención de agua
en el suelo.
VV: ¿Cuál es tu variedad de uva favorita?
MM: Es difícil responder a esta pregunta, soy enólogo consultor
y trabajo con bodegas de zonas vitícolas que tienen características
climatológicas y edafológicas muy distintas. Por ello, en cada zona tenemos
variedades de predilección, es decir, variedades que mejor se expresan en cada
lugar. Bajo el clima mediterráneo todas las variedades se adaptan
fisiológicamente, especialmente las que provienen del norte. Pero para producir
uvas con un buen potencial aromático y vinos elegantes y complejos, la viña
tiene que cultivarse en zonas donde la maduración de la uva se hace
difícilmente. En la bodega Barón d'Alba creemos mucho en el potencial del
Monastrell y estamos trabajando en ello. Es una variedad muy elegante que tiene
una gran complejidad aromática cuando se cultiva en zonas frescas donde le
cuesta madurar.
VV: ¿Sigues algún tipo de tendencia de mercado a la hora de
elaborar vuestros vinos?
MM: Los grandes vinos son grandes en el contexto de la cultura
de una época. A lo largo de la historia,
las propiedades organolépticas del vino y los criterios de valoración han
cambiado mucho. Los grandes vinos del imperio romano o, sin ir mas lejos, el
“Prétus” del siglo XIX serían considerados, con nuestros criterios, como vinos
defectuosos. Para hacer grandes vinos hay que estar en adecuación con su
tiempo, pero tampoco se trata de seguir las modas del mercado. El Clos
d'Esgarracordes es pequeño y allí no buscamos enseñar que somos capaces de
desarrollar las técnicas de elaboración de moda. Pensamos que nuestros vinos
tienen que transmitir a los consumidores algo representativo del Pla de les
Useres.
Nuestras estrategias de elaboración dan todo el protagonismo
al aroma “varietal” ya que es en las variaciones sutiles del aroma “varietal”
que se expresa la especificidad de cada “terroir”. Es en los matices del aroma
que se encuentra la originalidad de cada vino.
VV: Cuando se alcanza un nivel de calidad excelente en
vuestros vinos (ahí están las críticas y puntuaciones) ¿Cómo se puede competir
frente a las DO archiconocidas (Rioja, Ribera, Rueda…)?
MM: Las grandes DOs recogen los frutos de muchos años de
trabajo, tienen buena fama porque varias bodegas se esforzaron desde hace
décadas en producir grandes vinos. Cuando consigamos producir en nuestras
regiones tantos vinos con puntuación a más de 95 puntos como esas DOs,
seguramente los vinos de nuestras DOs se
venderán muy bien en toda España.
En el Clos d'Esgarracordes no buscamos competir con nadie.
Pretendemos revelar nuestro “terroir” y creemos que eso nos permitirá producir
vinos lo suficientemente originales para evitar entrar en competición con los
demás. Buscamos producir vinos con una tipicidad bien marcada que emocionen y
complazcan a un público fiel que nos seguirá y que será cada vez más
importante. Así nos estamos haciendo un hueco, pensamos que la diversidad de
los gustos deja espacio para muchos tipos de vino.
VV: ¿Qué crees que busca el consumidor a la hora de elegir un
vino?
MM: El consumidor busca vivir una experiencia emocionante y
placentera con el vino. El vino de “terroir” no se limita a ser un alimento
líquido, sino que tiene un componente cultural muy importante. El vino de
“terroir” es una invitación al viaje, transmite informaciones sobre la cultura
de un lugar, con él se aprende algo sobre una región. Para este tipo de consumo
el componte cultural es tan importante como
las sensaciones placenteras para generar emociones.
VV: ¿Quién crees que debería potenciar más el sector del
vino?
MM: Creo que las bodegas tienen en su mano la posibilidad de
potenciar el sector, mejorando la calidad de los vinos. El sector se fortalece
con la buena fama de los vinos y eso se hace produciendo, año tras año, grandes
vinos y publicitando sobre ello. Así en Baron d'Alba nos concentramos en hacer
vinos de gran calidad con los medios que tenemos.
VV: ¿Hace falta más cultura del vino?
MM: En la historia, la cultura enológica nunca estuvo tan
extendida como en la actualidad. Lo debemos en gran medida a las nuevas
tecnologías de comunicación y al buen trabajo de los múltiples prescriptores.
El trabajo de los prescriptores es hoy muy importante puesto
que asistimos a una mutación del tipo de
consumo de vino. En las últimas décadas, el consumo de vino como bebida
alimentaria esta decreciendo mucho. Los consumidores que buscaban el componente
de frescor del vino, se han decantado hacia la cerveza y los que buscaban la
ebriedad toman alcoholes fuertes. Pero por suerte para el sector, el vino de
calidad es también una bebida cultural y cada vez más consumidores lo entienden
así. En este contexto de mutación, el trabajo de divulgación de la cultura
enológica es indispensable para acompañar el cambio de tipo de consumo. Por
ello, debemos estar agradecidos a todas las personas que se dedican a la
comunicación en el mundo del vino.
Como en cualquier arte, lo importante es que uno se emocione
frente a la obra. Si uno lo puede hacer sin tener ningún conocimiento al
respecto, mejor. Pero, cuando uno ha adquirido algunos conocimientos que le
permiten entender mejor la obra, en general, se emociona mas fácilmente. En eso
creo que potenciar la cultura enológica tiene su importancia.
VV: Qué novedades tienes para 2015, cuéntanos acerca de tus
vinos y como los posicionarías…
MM: En primer lugar, me gustaría destacar para 2015, un proyecto
que tenemos a largo plazo: el de revitalizar y fortalecer nuestro “terrroir”.
Este año hemos empezado a estudiar estrategias de cultivo naturales que
estimulen la vitalidad y la estructura de nuestros suelos. Con ello, buscamos
mejorar el régimen hídrico, el arraigo en profundidad de nuestros viñedos y a
mejorar el equilibrio de la alimentación en nutrientes. Pensamos que los
grandes vinos se hacen cuidando mucho todos los elementos de la cadena de
producción, desde el campo hasta la botella. Por ello, también dedicamos una
gran parte de nuestros esfuerzos a
mejorar la calidad de nuestros suelos.
En segundo lugar me gustaría hablar de los vinos de 2014 que
saldrán este año, El Clos d'Esgarracordes Blanco y el Clos d'Esgarracordes
Rosado.
Con la sequía del año pasado, producimos muy poca cantidad
de vino blanco. Pero las uvas fueron de una calidad excepcional y las hemos
vinificado, como siempre dando mucho protagonismo a los aromas “varietales”, y
criando el vino sobre lías en barricas de roble francés.
También me gustaría llamar la atención sobre el rosado, ya
que me parece que en España los rosados no se toman bastante en serio y no
gozan de la fama que merecen. El nuestro, es el fruto del encuentro entre la
cultura enológica de la bodega con la de mis tierras de origen, de la Provenza.
Es un rosado de prensa, diseñado desde el campo y elaborado con Monastrell,
Garnacha y Syrah. En él hemos buscado a resaltar los aromas “varietales” como
el casis, la violeta...
Para acabar me gustaría destacar los vinos especiales que
acabamos de sacar en el mercado.
El “Dolç de Gloria”, un vino muy original ya que su
producción depende totalmente del microclima de una de nuestras parcelas. Es un
vino dulce natural elaborado a partir de uvas con botritis noble y criado
durante casi dos años en barrica.
El otro vino,“El Peligrí Colecció”, es una colección que
hemos empezado este invierno y que consiste en ofrecer un vino de alta gama
dando el protagonismo a la variedad que mejor se expresa en la añada. Es decir
que los vinos de esta colección irán cambiando de variedad con la añadas. Para
el primero de la colección, hemos seleccionado un Cabernet-sauvignon por tener
una boca impresionante, densa y muy bien estructurada y una nariz original que
se desarrolla con un abanico amplío de aromas desde las especias, con la pimienta
negra, hasta los frutos del bosque, pasando por las esencias.