El árbol con corazones de la etiqueta de los vinos ‘Pasión’ ha hecho totalmente reconocible esta marca desde su primera añada, la 2008, que salió al mercado en el año 2010. Tras estos doce años, Bodega Sierra Norte ha decidido renovar el diseño, dándole un nuevo estilo al árbol, que permanece, e introduciendo algunos elementos nuevos.
Ahora, el árbol está en un bosque con otros árboles, que para la bodega simbolizan cómo esta marca, que empezó con un único vino, Pasión de Bobal tinto, fue creciendo e incorporando otras referencias. Todos, vinos monovarietales elaborados con variedades autóctonas de la Comunitat Valenciana. Asimismo, ese bosque también simboliza el crecimiento de la bodega con nuevas marcas y referencias.
La etiqueta incorpora, además, la silueta de pequeñas aves, con las que Sierra Norte quiere mostrar su compromiso con la biodiversidad. Algo que pone en práctica a diario en el cuidado de sus viñedos, donde trabajan siguiendo los criterios de la agricultura ecológica, de forma equilibrada, respetuosa y sostenible.
“Llevábamos tiempo con la idea de refrescar la imagen de estos vinos pero era un paso complicado, ya que es una de las etiquetas más reconocibles y que ha gustado mucho desde su lanzamiento. La nueva etiqueta mantiene su esencia y cuenta muchas más cosas sobre lo que somos y cómo entendemos la viticultura”, afirma Manuel Olmo, gerente y enólogo de Bodega Sierra Norte.
La incorporación al mercado de estos vinos con su nueva imagen será escalonada, según vayan presentando las nuevas añadas. Por el momento solo se ha lanzado la nueva añada de Pasión de Moscatel, la 2022. Se espera que antes de que finalice el año se una Pasión de Bobal rosado y, en las primeras semanas del próximo año, lo haga Pasión de Bobal tinto.
Unos vinos con una historia apasionante
Pasión de Bobal tinto fue el primer vino monovarietal que elaboró Bodega Sierra Norte con la uva autóctona de Utiel-Requena. Hasta ese momento, los monovarietales de Bobal que había en el mercado eran complejos, difíciles de entender por el consumidor medio.
Con Pasión de Bobal, Sierra Norte quiso romper esas barreras y crear un vino que gustase a todo el mundo, fácil de entender y con carácter, lo que suponía una gran dificultad. A los cuatro meses de estar en el mercado, Robert Parker le otorgó 90 puntos y su demanda aumentó exponencialmente.
“Pasión de Bobal tiró de nosotros y nos ayudó a ser más conocidos como bodega. Es un vino que nos ha dado muchas alegrías, que ha recibido innumerables premios, que nos ha permitido crecer, llegar a nuevos mercados e incluso ampliar nuestro equipo”, afirma Olmo.
En el año 2011 llegó su primer compañero, Pasión de Bobal rosado. Un vino que también marcó una gran diferencia entre los rosados de Bobal que hasta el momento había en el mercado, especialmente por su color pálido y tonalidad tan atractiva, que al principio generó cierta controversia, pero que con el tiempo se ha convertido en todo un referente.
La bodega esperó hasta 2013 para incorporar otro vino a esta marca, Pasión de Moscatel. De nuevo, un varietal autóctono mediterráneo. Y, de nuevo, una elaboración singular ya que la variedad moscatel se suele utilizar para elaborar vinos dulces, pero en este caso el vino obtenido es seco, fresco y con una gran presencia de aromas a flores y frutas blancas.
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