Diego Fernández, alma mater de nuestro proyecto de Viticultores Lo Necesario, ha sido elegido recientemente por sus compañeros de la Asociación de Enólogos de la Comunidad Valenciana como Mejor Enólogo del Año. Es un premio a la trayectoria profesional de Diego.
“Estoy orgullosísimo de este reconocimiento porque es una alegría que tus compañeros se acuerden de ti y reconozcan tu trabajo de manera singular. Somos un conjunto de profesionales muy implicados que amamos nuestro trabajo y que a la vez luchamos por el desarrollo social de gran parte del campo valenciano. Es un reconocimiento a todos los compañeros porque llevamos una labor, que muchas veces no se ve, como dinamizadores, elementos activos en el mantenimiento del paisaje, la cultura agrícola y la población agrícola”, explica Diego Fernández.
“Estoy orgullosísimo de este reconocimiento porque es una alegría que tus compañeros se acuerden de ti y reconozcan tu trabajo de manera singular. Somos un conjunto de profesionales muy implicados que amamos nuestro trabajo y que a la vez luchamos por el desarrollo social de gran parte del campo valenciano. Es un reconocimiento a todos los compañeros porque llevamos una labor, que muchas veces no se ve, como dinamizadores, elementos activos en el mantenimiento del paisaje, la cultura agrícola y la población agrícola”, explica Diego Fernández.
Y llega cuando Lo Necesario empieza a establecer una interesante velocidad de crucero como proyecto. “Llega en un buen momento. Después de muchos años trabajando en multitud de proyectos, el año pasado es en el que Viticultores Lo Necesario, nuestro sueño personal de recuperar agricultura ecológica y un precioso viñedo en Las Hoces del Cabriel, cuaja de verdad con reconocimientos internacionales, que han hilado muy bien el reconocimiento y el desarrollo de la bodega”, añade el máximo responsable de Lo Necesario.
“Yo aprendí de mi primer jefe, don Arnoldo Valsangiacomo, el amor por el vino como producto y como sector. La importancia que tiene el vino como vertebrador social de nuestro territorio. Como enólogo, siempre he intentado hacer vinos honestos en los que el cliente se reconociese a sí mismo, respetuosos con el medio ambiente y respetuosos con el consumidor. En el sentido de que no fueran vinos por los que se pidiese un precio que luego no estuviese dentro de la botella. Hacer vinos disfrutables a precio contenido, porque es mi forma de mantener esa cadena de transmisión de amor hacia el sector. Si el sector crece debe ser a base de vinos respetuosos con el medio ambiente, con la producción y el consumidor. Y respetar al consumidor es no pedirle un precio que el vino no valga”, argumenta.
“Yo aprendí de mi primer jefe, don Arnoldo Valsangiacomo, el amor por el vino como producto y como sector. La importancia que tiene el vino como vertebrador social de nuestro territorio. Como enólogo, siempre he intentado hacer vinos honestos en los que el cliente se reconociese a sí mismo, respetuosos con el medio ambiente y respetuosos con el consumidor. En el sentido de que no fueran vinos por los que se pidiese un precio que luego no estuviese dentro de la botella. Hacer vinos disfrutables a precio contenido, porque es mi forma de mantener esa cadena de transmisión de amor hacia el sector. Si el sector crece debe ser a base de vinos respetuosos con el medio ambiente, con la producción y el consumidor. Y respetar al consumidor es no pedirle un precio que el vino no valga”, argumenta.
Respecto al por qué nace Lo Necesario, Diego Fernández explica: “Nuestra bodega, desde el nombre, ya transmite una idea de vinificación. Lo Necesario en conocimientos y tecnología para que el vino sea expresivo, limpio y honesto. El 85% de nuestros vinos es la uva. La expresión del viñedo y relacionarte con la cepa haciéndola feliz es nuestra filosofía. Así nacen los vinos diferentes y personales en los que el consumidor se va a reconocer”.
Respecto al momento actual del vino valenciano, Diego también lo tiene claro: “Llevo 21 años trabajando en el sector del vino en la Comunidad Valenciana y hace solo tres meses la DOP Valencia organizó una cata en Fontanars con varios productores de esta Denominación de Origen. Fue la primera vez en la que percibí que empezábamos a salir de la infancia para entrar en la adolescencia como sector. Sentí que empezamos a saber quiénes queremos ser. Fue muy emocionante esa cata. Se notaba una cierta identidad que cuando se defina y se mantenga durante los años, acompañada de precios ajustados, demostraremos la madurez de nuestro sector. Vamos en el buen camino”, concluye el enólogo.
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