Bodega Sierra Norte relanza su vino Mariluna con un cambio integral tanto en las variedades de elaboración como en la imagen que proyecta. El resultado es un vino ecológico de carácter mediterráneo en el que encontramos la impronta Sierra Norte: vinos de gran frescura e intensidad aromática.
Mariluna cuenta con una versión en tinto y otra en blanco, y en la elaboración de ambos se ha apostado por las variedades nacionales más reconocidas internacionalmente, que van acompañadas de variedades autóctonas mediterráneas. En Mariluna tinto, el protagonismo se lo lleva la Tempranillo (85%) que vinifica junto con Bobal. Las uvas proceden de viñedos viejos de más de 40 años. En su elaboración se utiliza la técnica del ‘delestage’, que consiste en extraer la totalidad del mosto del depósito en su fase de maceración y volver a incorporarlo de golpe para provocar que el líquido rompa el llamado sombrero, formado por el hollejo, para obtener más color y estructura. Este vino reposa durante seis meses en barricas de roble francés y americano. En la cata encontramos fruta roja, cacao, notas tostadas y especias dulces. Es un vino con mucha fruta, volumen en boca y sabroso.
Mariluna cuenta con una versión en tinto y otra en blanco, y en la elaboración de ambos se ha apostado por las variedades nacionales más reconocidas internacionalmente, que van acompañadas de variedades autóctonas mediterráneas. En Mariluna tinto, el protagonismo se lo lleva la Tempranillo (85%) que vinifica junto con Bobal. Las uvas proceden de viñedos viejos de más de 40 años. En su elaboración se utiliza la técnica del ‘delestage’, que consiste en extraer la totalidad del mosto del depósito en su fase de maceración y volver a incorporarlo de golpe para provocar que el líquido rompa el llamado sombrero, formado por el hollejo, para obtener más color y estructura. Este vino reposa durante seis meses en barricas de roble francés y americano. En la cata encontramos fruta roja, cacao, notas tostadas y especias dulces. Es un vino con mucha fruta, volumen en boca y sabroso.
En el caso de Mariluna blanco, la variedad predominante es Verdejo (85%), que se acompaña con Macabeo. Para su elaboración solo se utiliza el mosto flor, que se obtiene de un prensado muy leve de la uva. Como signo diferencial de otros blancos, cuenta con dos meses de crianza sobre sus lías finas, con un removido semanal que aumenta su volumen y complejidad en boca. Es un vino muy aromático, con notas de flor blanca, cítricos y albaricoque. Amable en la cata, con buena acidez, complejo y untuoso. Este vino ha ganado la medalla de bronce en categoría de vinos blancos en el concurso de vinos de Proava 2018.
Esta nueva personalidad del vino va acompañada de una nueva imagen, una etiqueta con una representación minimalista del fondo del mar, apelando al nombre del vino y también a su carácter mediterráneo.
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