A las mujeres se nos ha permitido expresar más abiertamente nuestras emociones, quizás porque expresarlas se consideraba síntoma de debilidad y no de fortaleza.
El vino acompaña nuestras reuniones sociales, nos permite conocer y comunicarnos con los demás, es un medio para expresar sus sentimientos y lo hacemos desde nuestra más pura esencia.
El vino acompaña nuestras reuniones sociales, nos permite conocer y comunicarnos con los demás, es un medio para expresar sus sentimientos y lo hacemos desde nuestra más pura esencia.
Las mujeres somos blanco porque somos sol, somos luz que ilumina los senderos.
Somos tinto, porque somos pasión, fortaleza, valentía, resiliencia, esfuerzo y trabajo.
Somos cava porque somos oro, porque brillamos y hacemos que los que están con nosotras brillen.
Somos azul porque somos mar y cielo, somos brisa y viento.
Nuestra esencia es el aroma al rocío de la mañana, a flores silvestres, a fruta fresca, es el sentir de un amanecer.
Nuestro aroma es coraje, es chocolate, regaliz, es madera, es materia pura, es fruta madura, es deseo.
Nuestro sabor frescura, fruta tropical, sabores del campo, sueños conseguidos a base de trabajo y dedicación.
Toques amargos que permanecen largo tiempo en el paladar, sabores que llenan tu boca de ilusiones, esperanzas, deseos por cumplir, labios por besar.
Somos burbujas que estallan y te hacen reir, somos conocimiento, inteligencia, sabiduría y deseamos compartir.
Porque somos fuerza, coraje, esfuerzo, levantemos nuestra copa para brindar por todas y cada una de esas mujeres que han luchado por sus sueños, que no han sentido diferencias, que han creído que no existen los límites, por todas y cada una de las mujeres que creen en sus sueños, yo brindo por ellas!
Elena Baixauli
Autora del libro Sueño con Mediar. Claves para cambiar el mundo
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