De la mano de sur responsables técnicos, Pablo Ossorio y Maripaz Quílez, el centenar de clientes y prensa especializada que abarrotó el establecimiento pudieron comprobar en cata las características de la cosecha 2017 de todos los vinos jóvenes de la colección Vegamar Selección.
La cosecha de este año ha sido corta en toda Europa, y el Alto Turia no ha sido una excepción, no en vano los especialistas señalan que es la cosecha más corta desde la Segunda Guerra Mundial.
Las heladas golpearon duramente en primavera a todos los países, pero especialmente las latitudes más septentrionales. En España también se hizo notar, si bien aquí se sumó la extrema sequía del verano.
El que se hubiera conjugado una cosecha corta por la helada con una sequía muy dura hizo que el ciclo vegetativo de la uva fuera muy corta, marcándose también un nuevo récord en muchas zonas vitícolas en lo que se refiere a vendimias muy tempranas. El sabio control de los recursos hídricos de los viñedos de Vegamar en las mesetas de Calles contribuyó a superar gran parte de ese problema.
En Vegamar se precipitó la vendimia en los blancos, tanto con las variedades autóctonas de moscatel y merseguera como con la foránea de Sauvignon blanc
Como explicaron los técnicos de la bodega, los tintos llegaron a las fechas de vendimia con un alto contenido en azúcar, por lo que el grado alcohólico se aseguraba, pero no así la maduración polifenólica que aporta aromas y complejidad a los vinos. Por ello hubo que arriesgar y esperar dos semanas para que se equilibraran ambas maduraciones. Esa espera mereció la pena y los vinos están fantásticos en su conjunto.
Los vinos presentados son los monovarietales blancos de sauvginon blanc y merseguera, el rosado de merlot y los tintos de garnacha, merlot y syrah. Estos vinos forman una combinación ganadora de variedades autóctonas como la garnacha y la merseguera, a los que se suman las tres foráneas que a lo largo de los últimos años y de un largo trabajo de investigación en el terroir del Alto Turia producen vinos más singulares.
Junto a estas referencias se presentó el Vegamar Blanco, de Sauvignon y Moscatel, y el Dulce de Vegamar, a base de moscatel de Alejandría, un dulce natural que ha cambiado ligeramente la elaboración para aumentar el potencial varietal y que también ha mudado de traje. Tiene una nueva botella más estilizada y acorde con un tipo de vino diferente.
Vegamar no oculta su entusiasmo por sus nuevos vinos, toda vez que se suma a la falta de stock de la añada anterior que ya ha desaparecido de sus almacenes. Algunas referencias, incluso, antes de llegar a la vendimia, lo que dice mucho de las preferencias de los clientes por estos vinos del Alto Turia que están copando en los últimos tres años decenas de reconocimientos nacionales e internacionales y con una característica que los hace únicos: un precio muy razonable.
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