La reinvención que está llevando a cabo Bodegas Vegamar desde hace año y medio ha sido reconocida como ejemplo de Innovación en los premios Gastrocope 2015 que entregó el pasado 3 de Diciembre en el CDT de Valencia la Cadena Cope de la Comunidad.
Estos premios, que cumplen su segunda edición, tratan de dar valor a la tradición de la gastronomía de la Comunidad, a sus empresarios, empleados, proveedores y personas que con su esfuerzo contribuyen al desarrollo de la actividad del sector, ya de una forma pública o más silenciosa.
Estos premios, que cumplen su segunda edición, tratan de dar valor a la tradición de la gastronomía de la Comunidad, a sus empresarios, empleados, proveedores y personas que con su esfuerzo contribuyen al desarrollo de la actividad del sector, ya de una forma pública o más silenciosa.
La gala de entrega de premios fue presentada por Silvia Soria, la responsable de La Mañana de Cope en la Comunidad y prestigiosa periodista de gastronomía y turismo.
En ella estuvieron los grandes chefs, grupos hosteleros y principales distribuidores de Valencia. Gente como Antonio Vergara, todo un referente y pionero en la crítica gastronómica valenciana desde los años setenta, Ricard Camarena, una estrella Michelin, etc.
Vegamar recibió el premio en la categoría de Innovación Vitícola de manos de Begoña Rodrigo, ganadora de MasterChef, del restaurante La Salita.
La bodega está situada en el corazón del Alto Turia, subzona de la DOP Valencia, y lleva realizando un trabajo silencioso en la última década, pero desde hace año y medio se ha producido la consolidación del proyecto de la mano del enólogos Maripaz Quilez y Pablo Ossorio.
Desde la dirección técnica se ha catalizado toda esa tradición que a través de la innovación está poniendo en el mercado vinos apegados a la tierra, con variedades autóctonas que algunos daban por perdidas y en un territorio que todavía no ha dicho su última palabra.
En su discurso de agradecimiento, Pablo Ossorio reivindicó las posibilidades del Alto Turia y puso de ejemplo de buen hacer el trabajo que está haciendo Vegamar para resurgir una zona un tanto denostada en la que más del 80% del viñedo se ha arrancado a día de hoy.
Un caso de éxito en la recuperación del paisaje de la vid
Situada en la localidad de Calles, en un territorio en el que el viñedo se había ido abandonando desde los años setenta hasta casi su desaparición, Vegamar decidió replantar y recuperar viñedo en altura, zonas que por sus características de altitud estaban llamadas a dar grandes vinos.
Sin el viñedo, hasta la belleza paisajística de la cabecera del río Turia cambia radicalmente, y gracias a proyectos de recuperación de las vides el territorio está volviendo a mejorar su percepción de lugar singular y atractivo.
Apostando por la agricultura sostenible y las variedades locales, como la garnacha y la merseguera, Vegamar está logrando abrir mercado para un territorio que estaba en declive en lo que a viticultura se refiere y para unas variedades que por desconocimiento, caso de la merseguera, y por territorio, caso de la garnacha, parecían poco propicias para su recuperación.
La clave ha estado en apostar por lo nuestro, pero pensando en los mercados actuales, tanto nacionales como internacionales, que piden vinos de terruño y de variedades muy pegadas a él.
La merseguera, por ejemplo, ha sido una variedad blanca que nunca iba sola, que estaba pensada para acompañar otros vinos mediterráneos combinándolos con su punto de frescura y acidez. Ahora Vegamar ha demostrado que con producciones bien estructuradas y adaptadas a los suelos de esta zona del Alto Turia se pueden hacer monovarietales poderosos y reconocidos fuera de la propia comunidad Valenciana que es donde se conocía esta variedad.
Otro tanto sucede con la garnacha, si bien esta variedad es más conocida y está de moda.
La innovación de Vegamar no acaba en las variedades autóctonas, también en la investigación y selección de las foráneas de más demanda internacional que mejor se han adaptado a los suelos y latitud de Calles, como la merlot o el sauvignon blanc, con los que también han logrado entrar en las grandes guías con buenas puntuaciones desde la modestia de los vinos jóvenes. De hecho, el Vegamar Blanco, a base de sauvignon y moscatel, ha sido el blanco más premiado de la DOP Valencia en la última cosecha. El sauvignon blanc del Alto Turia, aromática, popular, intensa, fresca, hace un estupendo coupage con el moscatel típicamente valenciano que le aporta la dulzura y suavidad en el paso de boca, todo un éxito que en las próximas semanas verá la luz en su cosecha 2015 que podemos adelantar que es sensacional.
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